La joda y la jarana pt.2: El león con estilográfica

Hay un concepto del que se habla desde hace un par de años: los héroes globales. La definición es más que lógica: un grupo de personas con aptitudes y deseos por cambiar el mundo en su totalidad, que ante la diversidad, se apropian de sentimientos y conductas capaces de tocarnos a la mayoría.

Te invito a leer sobre La joda y la jarana pt. 1 otra historia más de risas y amistad.

Pero ojo, para ser héroe global, primero se debe ser héroe local, y ahí está una tarea que aunque parece fácil, no lo es. Por eso conocer a alguien (y poder llamarlo amigo) que cumpla con esta primera característica, es una cosa de locos, que uno con el tiempo comienza a valorar y a aprovechar.


Y yo cuento con esa suerte.
Juan Manuel, es la jarana, un héroe local, lleno de cultura y amor por su ciudad y por la idiosincracia de su país que no le resta a su gusto por el punk, el estilo de vida newyorkino, los vans y el Miami Ad School. Un tipazo capaz de crear una sinergia tan buena entre un meme muy guayaco y un post de arquitectura. De juntar frases inspiracionales, con publicaciones de su marca de cerveza favorita.

En resumen, Juan Manuel es un mundo. Porque cada día se descubre más a sí mismo, y en su temperamento, estrés y demás fantasmas que al igual que otras personas enfrenta, siempre saca el mejor de los humores para cumplir con sus obligaciones y alcanzar sus deseos así sea con las justas.

Pero este querido amigo no es solo un maestro a la hora de juntar con naturalidad todas las facetas de su ser, sino que es muy talentoso y sobre todo perseverante. Si hay algo que nunca le diría a Juan Manuel es que "no se vaya a rendir", porque él ya lo tiene interiorizado y simplemente no lo va a hacer. Prueba de eso son sus ganas de seguir ingresando a cada concurso en el que haya una oportunidad de participar, siempre con una sonrisa y con el deseo de encontrar una idea diferente.

La palabra conformismo no forma parte de su diccionario.

Y eso lo ha llevado a conseguir el trabajo que tanto quería (ahora tiene metas mayores), ser finalista en los premios estudiantiles más importantes del país y la región, y obtener en 2 ocasiones (de 3 posibles) el título de mejor microcuento en un festival interuniversitario.


Osadamente les presento esas 2 obras, de quien repito considero un gran amigo:

"Él miró al infinito, y el infinito bajó la mirada" (2015)
"Le dijeron que el cielo era el límite, el marciano lo multó por exceso de velocidad" (2017)

Buen humor e ironía se destacan en este ya héroe local y futuro héroe global.