Once: El outfit


Tengo ansiedad. De esas que dan cuando estás esperando la confirmación de una noticia.
Esa ansiedad que te provoca que no aparezca la persona con la que vas a tener una cita. Bueno, no sé si es una cita. Yo quisiera que lo fuera, pero esta es una de esas ocasiones en la que hace falta que ella te lo confirme. El sentimiento de salir -de cualquier manera- y que el otro no esté muy en el mundo es desconcertante.

Pero más desconcertante (para mi ansiedad) es decidir que outfit voy a tener que usar. No se trata de buscar el más cómodo o el color favorito de la persona con la que vas a salir. Es una cuestión de transmitirte. "oye, este soy yo. Pilas". Mi ropa me tiene que reflejar a fidelidad.

¿Qué carajo usar? Quizá estoy exagerando. Todo por escrito se magnifica, menos lo que de verdad debería generar un eco. Pero bueno, esa reflexión no me conseguirá el jean que combine a la perfección con la camiseta que escogí, que en este caso es mi favorita. Me trae buenos recuerdos y me transporta a uno de esos momentos que se encargarían de resumirme en esencia.

Con la camiseta, una color azul marfil manga corta y con delgadas líneas que generan una suerte de textura, no hay problema. Definitivamente con las medias tampoco. El calzado lo acabo de decidir mientras escribo esta línea, lo que nos deja con la duda existencia que con que me cubro de la cadera para abajo. Voy a tener que probarme jeans.

No, no es cierto. Qué pereza. Solo los veré de lejos y pensaré si me sienta bien y ya.
Repito, nunca soy así de dramático y esto es una exageración evidente.

Quizá este texto sin mucha gracia y con particular falta de lógica, simplemente era mi forma de reflejar lo emocionado que estoy por esta noche, además de ser la forma ideal para comenzar con esta serie de textos que me llevarán de la mano hasta mi cumpleaños 22.

Después de todo el outfit perfecto no existe, solo las personas y los momentos que te hacen sentir que no pudiste estar mejor vestido para la ocasión.


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