Honoris Causa a la chica que nunca terminaba nada, ¿o sí?


"Me he dedicado a hacer maletas, que tú te desvives desarmando. Y viceversa.
Creo que en el fondo queremos lo mismo: que el otro deje todo atrás
y solo nos lleve consigo".


Me encantaría conocer el hábito que desarrolla cada tipología de hermanos: los menores, los del medio, los que no lo son, o los que comparten solo un progenitor. En mi caso, me tocó el rol, las "ventajas" y obligaciones del hermano mayor, título que se me otorgó el 18 de noviembre de hace ya veinte años. 

En 1997, nacería una chiquilla que casi nunca terminaría ninguna encomienda, pero las que sí lograba culminar eran heroicas y dignas de admiración. 
De alguna manera, podría decir que mi hermana siempre se ha hecho esperar, le gusta generar ese ambiente de intriga sobre su potencial. Creo que eso es lo que no permite catalogarla dentro de un arquetipo de persona y en consecuencia la hace fascinante.

Baloncesto y tenis; guitarra, batería y piano; pintura; etc. Miles de cursos, múltiples facetas de un ser fragmentado, (oh Dios) no me refiero a la definición presentada en la película de M. "Nigth" Shyamalan . Todo sumado a que es una "cerebrito" (sus resultados académicos son muestra de ello).

Muchas veces ese conjunto de inconclusos fue lo que nos impidió formar una relación sólida (en el sentido de hermandad. Como me decía una amiga hace poco, "hanguear con los hermanos siempre va a resultar una dinámica rara, Es el amigo más extraño que jamás tendremos". Y yo doy fe de eso). Pero con el tiempo y la madurez, la universidad y las responsabilidades he encontrado en ella un ente de confianza mayor, porque al final de todo la ligereza que le atribuye a ciertas cosas es lo que se necesita(ba) para solucionar las epopeyas sumamente complicadas que implica asumir responsabilidades que antes no tenía.

Hoy, que ella entra un poco más a esa etapa, habiendo salido de muchos líos y momentos muy desoladores durante su último año de vida, quiero decirle que también puede esperar de mí una sonrisa, una joda, una pelea de almohadas, el extravío de sus libros y peluches (sí, obvio que los sigue teniendo), en fin, todo cuanto necesite para recordar que la edad es solo un número si en el alma se sueña con despertar cada mañana y reír cual niños. 

Así sea media carcajada,  eso bastaría para llenar de ternura el corazón y creer en un mundo mejor, todo junto a ti pequeña gran amiga. 

PD: La maleta siempre esperando tu visita.



Comentarios

Entradas populares